Que los tatuajes están de moda es un hecho. Hoy en día el raro es el que no tiene uno en su cuerpo.
Lo que antes se podía relacionar con los marineros, con los moteros, con los macarras e incluso con los delincuentes, se ha ido convirtiendo en una forma de decorar el cuerpo, ampliamente aceptada por mucha gente.
El ancla, la calavera y el barco pirata, ha pasado de moda y el tatuaje ha ido evolucionando hasta convertirse en un arte. Los cuerpos de las personas se han trasformado en lienzos donde los artistas del tatuaje plasman auténticas obras de arte.
Aunque antiguamente los tatuajes solían hacerse a mano, es decir que el artista encargado de realizar el tatuaje pinchaba la piel con una aguja e inyectaba la tinta manualmente, actualmente la mayoría de los estudios de tatuajes utilizan máquinas para hacer tatuajes.
Tal vez los jóvenes desconozcan que los tatuajes existen desde hace mucho, muchísimo tiempo. A lo largo de la historia, los tatuajes se llevaban como un tipo de decoración. Se han encontrado tatuajes en cuerpos momificados que datan del 3300 AC y se sabe que muchas sociedades llevaban y siguen llevando tatuajes como parte de su cultura, pero ¿sabías que la famosa Isabel de Baviera, más conocida como Sissi Emperatriz también tenía un tatuaje?, pues si, para disgusto de su marido, el Emperador Francisco José I de Austria, Sissi tenía un ancla tatuada en un hombro.
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Afcionado a la lectura y a la escritura os dejo aquí, con mi cajón de sastre.