Mindfulness y el Trastorno Bipolar

 

Aprender a prestar atención y reconocer cuando se está empezando a hundir nuestro estado de ánimo es uno de los objetivos de la Terapia Cognitiva basada en la atención plena o Mildfulness. Desarrollar la cualidad de La Atención Plena (Mindfulness) es aprender a darnos cuenta, cómo nuestro cerebro puede distraernos en todo tipo de historias por causa de los pensamientos y las fantasías. Practicando, aprendemos a estar en el presente sin juzgar, al mismo tiempo desarrollamos una calma mental cada vez más estable. Sin entrenamiento la mente suele vagar, lo cual es su naturaleza.

Terapia Cognitiva basada en La Atención Plena (Mindfulness)

El método de la terapia cognitiva basada en La Atención Plena Mindfulness ayuda a ver con mayor claridad las tendencias mentales y a aprender a reconocer cuándo está empezando a hundirse nuestro estado de ánimo. Ayuda a deshacer el circulo vicioso entre el estado de ánimo negativo y el pensamiento negativo. Se aprende a desarrollar la capacidad para permitir que los estados de ánimo, los pensamientos y las sensaciones angustiosas vengan y se vayan, sin tener que luchar con ellos. Esta tipo de terapia se encuentra directamente relacionada con mejorías de las personas afectadas por el Trastorno Bipolar.

¿Pero que es el trastorno bipolar?  El TB antes denominado trastorno maniaco-depresivo, es una enfermendad que produce a quienes la sufren cambios de ánimo inusuales que van más allá de lo que con normalidad, la mayoría de las personas sufrimos. Las personas afectadas se sienten extremadamente felices y mucho más activos que de costumbre (estado de manía) y otras veces se sienten completamente tristes y deprimidos (estado depresivo).

Estas alteraciones comportamentales, afectan de forma directa a quienes tienen una relación  con la persona que padece este trastorno,  y sus consecuencias pueden ser relativamente graves. El trastorno bipolar, comienza en la adolescencia o en la adultez temprana siendo de carácter crónico.

¿Cuáles son sus causas? La existencia de una causa genética no ha sido aún determinada, si bien los diversos estudios sobre este tipo de trastorno parecen mostrar que un porcentaje elevado 80-90 de las personas afectadas tienen parientes con alguna forma de depresión, aunque también es posible que se pueda heredar la tendencia a desarrollar la enfermedad, siendo entonces el ambiente un factor determinante. Los desequilibrios bioquímicos parecen ser una via de investigación como causa determinante de las alteraciones de ánimo de las personas, a consecuencia de un comportamiento irregular de neurotransmisores o de una anormal producción de hormonas.

Los síntomas manifestados, varían en cuanto a su duración pudiendo ser de una semana o más y pudiendo estar presentes durante la mayor parte del día. Dentro del episodio maniaco podíamos enumerar los siguientes:

  • Sentirse muy “alegres” o “animados”
  • Sentirse muy “nerviosos” o “alterados/ansiosos”
  • Hablar muy rápido de muchas cosas distintas
  • Estar inquietos, irritados, o “sensibles”
  • Tener problemas para relajarse o dormir
  • Creerse capaz de hacer muchas cosas a la vez y estar más activos de lo común
  • Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo sin cuidado alguno

En cuanto al episodio depresivo sus síntomas pueden ser:

  • Sentirse muy “deprimidos” o tristes
  • Sentirse preocupados y vacíos
  • Tener problemas para concentrarse
  • Olvidarse mucho las cosas
  • Perder el interés en actividades divertidas y volverse menos activos
  • Sentirse cansados o sin energía
  • Tener dificultad para dormir
  • Pensar en la muerte o el suicidio

Por su parte los episodios denominados “mixtos”, se caracterizan por incluir los síntomas pertenecientes a los dos tipos mencionados.

¿Qué tratamientos existen en la actualidad para este tipo de trastorno? Aunque por desgracia, en la actualidad este tipo de trastorno no tiene una cura definitiva, los tratamientos aplicados de forma continua y sin interrupciones, ayudan a controlar los síntomas manifestados, evitando la aparición de brotes y controlando los cambios de estado de ánimo.

El artículo que exponemos a continuación publicado en la revista Psicodebate Vol. 14 Nº 2, Diciembre 2014  ISSN: 1515–225 | 83–100 bajo el título “El tratamiento a largo plazo del trastorno bipolar” a cargo de Leonardo Tondo (Department of Psychiatry, Harvard Medical School, International Consortium for Bipolar & Psychotic Disorder Research, Boston, Massachusetts, USA),  realiza un recorrido sobre las ventajas y desventajas de los distintos tratamientos disponibles en la actualidad, como los estabilizadores de humor, los antipsicóticos, los antidepresivos y las terapias no farmacológicas.

En cuanto a los tratamientos de este ultimo apartado, esto es los no farmacológicos, basados en terapias cognitivas de atención plena (Mildfulness), os dejamos con otro interesante artículo de López-Soto, R. y Marqués-Reyes, D. (2016). Efectividad del MBCT para el Trastorno Bipolar: Una Revisión Sistemática. Revista de Psicoterapia, 27(103), 231-249, en el que se expone como este tipo de terapia cognitiva que se encuentra asociada a mejoras en la regulación afectiva y el funcionamiento neurocognitivo general, se halla también directamente relacionada con las mejoras sufridas en la reducción de los síntomas de ansiedad, depresión e ideación suicida y mejoramiento del funcionamiento neurocognitivo en las personas afectadas por TB.

Enlaces:
El tratamiento largo plazo del Trastorno bipolar
Efectividad del MBCT para el Trastorno Bipolar

 

 

 

 

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