Misterios, curiosidades

La casa del duende de Esparto

 

Se suele considerar dentro del ámbito de las ciencias paranormales que el primer “poltergeist” documentado en España tuvo lugar en Valencia.
En 1915 en el número 7 de la Plaza del Esparto comenzaron a ocurrir sucesos inexplicables como extraños ruidos que llenaron de pánico durante meses a los vecinos del inmueble.

En efecto, en el entresuelo de esa vivienda que aún puede verse, residía la familia Colomero, que desde el mes de mayo de ese año, vivía aterrorizada por una serie de ruidos y temblores inexplicables que se sucedían regularmente a varias horas del día.

Estos fenómenos empezaron a extenderse también a otras viviendas, los vecinos estaban alarmados y los curiosos empezaban a afluir en grandes cantidades, por lo que las autoridades tuvieron que tomar cartas en el asunto.

El Gobernador Civil, ordenó que inspectores de la policía y la Guardia Civil inspeccionaran la vivienda, corroborando estos la existencia de extraños ruidos, pero en su informe llegaban a la conclusión de que eran producidos por causas naturales perfectamente explicables.

Pero los ruidos fueron en aumento, los vecinos no se tranquilizaban, las iglesias celebraban misas para ahuyentar a los fantasmas y la tranquila plaza estaba invadida a diario por cientos de personas que querían presenciar los hechos, llegándose a producir alteraciones del orden público, llegando a hacerse eco del suceso tanto la prensa valenciana como la nacional.

El Ayuntamiento tomó cartas en el asunto, pidiendo al Arquitecto Jefe Municipal que investigase el caso. Se utilizaron los métodos más avanzados de la época, introduciendo micrófonos en los tabiques, y revisando a fondo la estructura del edificio y el alcantarillado. El informe hablaba de la existencia de los misteriosos ruidos, no pudiendo averiguar la causa de los mismos.

El 13 de julio de 1915, de repente, los ruidos, temblores y molestias cesaron por completo, tan súbitamente como habían aparecido, y no volvieron a repetirse nunca mas.

Enlaces:
La casa del duende de Esparto
Realidad transcendental
El duende del esparto

 

 

Investigación y textos académicos

Cuando el juego se convierte en un problema

La ludopatía o juego patológico, fue incluido por primera vez como categoría diagnostica en el DSM III de la Asociación Psiquiátrica Americana en 1980. Desde esa fecha han sido múltiples las teorías y líneas de investigación desarrolladas para explicar su patogénesis.

En la actualidad, el  manual de la Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014, incluye al juego patológico en la categoría de trastorno no relacionado con sustancias, estableciendo unos criterios diagnósticos y unas características diagnosticas como el deterioro sustancial relacionado con la conducta del juego, la aparición de un comportamiento disfuncional recurrente y persistente del juego que interrumpe las actividades personales, familiares y/u ocupacionales, u otras.

Asociadas a estas también pueden aparecer distorsiones en el pensamiento (negación, superstición, exceso de confianza, control sobre probabilidad etc.) cuando este juego se vuelve patológico, además de exceso de impulsividad, competitividad o por el contrario depresión, soledad, impotencia, culpabilidad, así como aparición de la ideación suicida o intento de suicido.

La prevalencia del juego patológico a nivel mundial se establece que afecta entre el 0.4% y el 1.5% de la población, si bien en nuestro país, la Dirección General de Ordenación del Juego ha hecho público el Estudio sobre la prevalencia, comportamiento y características de los usuarios de juegos de azar en España en pasado año 2015, estableciendo como los juegos de azar forman parte de la vida cotidiana de las personas. Hoy en día prácticamente la totalidad de la población reconoce haber participado en juegos de azar al menos en alguna ocasión, concretamente tres de cada cuatro personas afirma haber jugado a este tipo de juegos de manera presencial,  si bien una de cada cuatro personas afirma no haber participado en juegos de azar y que el 70% de las personas jugadoras no presentan riesgo, un 6,3% ha mostrado cierto riesgo, problemas o patologías relacionadas con los juegos de azar a lo largo de su vida, cifra que se reduce hasta el 4% en el último año.

En el mismo estudio se  presenta como  las características asociadas a la evolución del juego en riesgo hasta el juego patológico siguen un patrón determinado y claro:

  • La persona jugadora en riesgo se caracteriza por una mayor tendencia a mostrar preocupación, conductas de escape y conductas de recuperación compulsiva.
  • En la persona jugadora con problema se hacen más frecuentes esas conductas y, aunque de manera no mayoritaria, se incorporan otras como arruinar las relaciones personales o la falta de tolerancia y aparece el síndrome de abstinencia en uno de cada cuatro casos. También surgen las mentiras en el 22% de los casos.
  • Prácticamente todas las personas jugadoras patológicas muestran conductas de preocupación, escape y recuperación. Además, mayoritariamente incorporan el resto de conductas señaladas e incluso en uno de cada cuatro casos reconocen cometer actos ilegales asociados a la compulsión de jugar. En cuanto al entorno social, se aprecia un incremento paulatino en el porcentaje de personas solteras, divorciadas o separadas a medida que se eleva el nivel de problemática con el juego.

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La forma presencial de participar en juegos de azar es la modalidad más empleada, aunque es cierto que se ha producido un repunte en los juegos de azar online. Estas y otras conclusiones pueden consultarse en el estudio adjunto al final del texto.

A continuación dejamos también un artículo muy interesante publicado en la revista Clínica y Salud 27 (2016) 15-22, con el título “La percepción del apoyo social en jugadores patológicos y su relación con el éxito del tratamiento” bajo la dirección de Rosa Montesinos, Daniel Lloret, José Vicente Segura y Alfredo Aracil, en el que se trata de determinar la relación entre el apoyo social, la adherencia terapéutica y el cese del juego y donde los resultados aunque no significativos parecen mostrar una tendencia a que el apoyo social se relaciona con una adherencia en el tratamiento, además de otros que indican de igual forma una relación entre el apoyo social y el éxito terapéutico.

Enlaces:
Estudio sobre prevalencia, comportamiento Juegos de Azar
La percepción del apoyo social en jugadores patológicos

 

 

 

 

 

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Misterios, curiosidades

La extraña resurrección de Joan Norkot

A mediados del siglo XIX llegó a manos del doctor Henry Sampsom la copia de un viejo manuscrito redactado doscientos años antes por un antiguo parlamentario llamado John Mainard, en donde este narraba un extraño caso judicial del cual había sido testigo y que, en apariencia, se resolvió gracias a que la víctima regresó momentáneamente a la vida para delatar a sus asesinos.

Año 1629, Joan Norkot, aparece degollada en su propia cama, en la casa que comparte con su marido, su suegra, su hermana y el marido de esta.

Todos los familiares de Joan Norkton declaran que su muerte se debe a un suicidio, pero tanto la personalidad de víctima, como las pruebas hacen sospechar otra cosa.

La llamada “prueba del tacto”, basada en la creencia de que el cuerpo de la víctima de un asesinato, reaccionaría de alguna manera al contacto de su asesino.

Cuatro personas adultas que compartían casa con la difunta son obligadas, una por una, a tocar el cuerpo sin vida y de pronto Joan Norkot abre los ojos y señala a sus cuatro familiares.

¿Se lo imaginan?
¿Leyenda urbana?
¿Misterio?
¿Realidad?

Enlaces de interés:
La extraña resurrecion del Joan Norkot
La gaceta del misterio

 

 

 

02-Enfermedad de Alzheimer

La anosognosia y el Alzheimer

 

En principio, el término “anosognosia” puede resultarnos desconocido. Si comprobamos el origen o etimología de este concepto nos ayudará rápidamente a entender su significado. Del griego a, prefijo privativo + nosos, enfermedad +gnosis, conocimiento, su significado será pues “el desconocimiento de la enfermedad” y por tanto dicho término referirá a aquellos pacientes que por enfermedad o discapacidad,  no tienen una percepción de la perdida de sus facultades. Este término fue introducido por  Joseph Babinski en 1914.

Esta pérdida de la consciencia o anosognosia, para detectar una  disminución de las facultades, tendrá un carácter patológico y podrá ser provocada bien por un accidente cerebrovascular, una enfermedad neurodegenaritva tipo Alzheimer y un carácter inmediato o progresivo.

Así pues queremos centrar la atención de esta patología, en una enfermedad neurodegenerativa concreta, el Alzheimer.  Los datos registrados parecen mostrar como uno de cada tres pacientes diagnosticados con esta enfermedad sufren de anosognosia y a pesar de la pérdida significativa para realizar tareas cotidianas, estos se consideran plenamente capacitados para realizarlas con normalidad, lo que en ocasiones pueden provocar conductas de riesgo, como alejarse de la zona de cuidados paseando o  utilizando servicios públicos como medios de transporte e inclusive conducir un turismo con el consiguiente peligro para ellos mismos o terceros.

A continuación exponemos unos interesantes artículos relacionados con esta patología y los enfermos de Alzheimer.

En el primero de ellos, publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología 2007,  volumen 39, No 1, 63-73 con el título “La anosognosia en la enfermedad de Alzheimer: una aproximación clínica para el estudio de la conciencia”, elaborado por Patricia Montañés y Eliana Quintero, se expone la visibilidad de estudiar la conciencia y estructuras cerebrales a partir de pacientes enfermos de Alzheimer, que presentan pérdida del conocimiento de su propio estado físico y/o congnoscitivo. En el artículo se presentan los modelos explicativos de anosognosia en la enfermedad de Alzheimer de McGlynn y Schacter (1989) y de  Agnew y Morris (1998) y se extrae como conclusiones la existencia de una gran variabilidad en el grado de anosognosia, una especificidad con respecto a los dominios y una fuerte asociación entre disfunción ejecutiva y anosognosia. Al parecer, los síntomas depresivos tienden a presentarse cuando los pacientes son capaces de percibir e interpretar su déficit como una consecuencia propia de la progresión de su enfermedad. Además, parece que la anosognosia va incrementándose con el curso de la enfermedad y el deterioro cognoscitivo.

El segundo  Portellano-Ortiz C, Turró-Garriga O, Gascón-Bayarri J, Piñán-Hernández S, Moreno-Cordón L, Viñas-Díez V,  et al. «Anosognosia y depresión en la percepción de la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Alzheimer». Evolución a los 12 meses. Rev Neurol 2014; 59: 193-204 cuyos objetivos han sido: – Identificar los factores asociados a la percepción de la calidad de vida en pacientes y cuidadores y las discrepancias. – Explorar la evolución de la anosognosia, depresión del paciente y percepción de la calidad de vida del paciente con la gravedad de la demencia. – Investigar la influencia de la anosognosia y la depresión del paciente en la percepción de la calidad de vida en pacientes y cuidadores.

Cosulta los documentos:
La anosognosia en la enfermedad de Alzheimer.

 

 

Misterios, curiosidades

Las misteriosas desapariciones del «Triangulo de Bennington»

En la zona de Vermont, situada en Nueva Inglaterra, Estados Unidos, podemos encontrarnos el llamado “Triángulo de Bennington”. Este lugar es una zona con densos bosques verdes que a cualquier amante de la naturaleza puede resultar un lugar maravilloso. Pero como todo lo creado por la naturaleza, aguarda en su interior un misterio. Por algunas razones que hasta ahora no se han descubierto se han dado desapariciones de personas de una forma enigmática. Estas misteriosas desapariciones de personas tuvieron lugar, entre los años 1945 y 1950 y siempre en el último trimestre del año, en los meses de Octubre, Noviembre o Diciembre. Las personas que se adentraron en esa zona boscosa y nunca volvieron a salir nunca volvieron a salir, eran de diferentes edades, sexos y lugares.

La primera desaparición ocurrida en el Triángulo de Bennington tuvo lugar en 1.945, el desaparecido era un hombre  llamado Henry MacDovell, que se había escapado de un manicomio en el que estaba recluido por ser el autor de la muerte de otro hombre y desapareció sin dejar rastro en ese lugar.

El 12 de Noviembre del mismo año, un hombre llamado Middie Rivers, guía de montaña, desapareció misteriosamente ante los ojos del grupo de turistas a los que acompañaba de regreso al campamento, nunca más fue visto ni se encontraron restos o pistas que dieran respuesta a este inquietante suceso a pesar de la intensa búsqueda realizada durante varios días por la policía local y un grupo de voluntarios.

El 01 de diciembre del año 1.946, una estudiante de dieciocho años de edad de nombre Paula Welden se adentró en los bosques de la zona con la intención de hacer senderismo de montaña. Esto es lo último que se supo de ella. Las pesquisas policiales no dieron ningún resultado.

Se rumorea que en el año 1.949 tres cazadores desaparecieron en el Triángulo de Bennington durante una jornada de caza, aunque no se ha podido investigar si esto es verdadero o simplemente una leyenda urbana.

El día 1 de diciembre de ese año un hombre llamado James E. Tetford protagonizó lo que parece ser la desaparición más extraña ocurrida en el Triángulo de Bennington, ya que desapareció mientras se encontraba en el interior de un autobús en movimiento. Los demás pasajeros declararon que si bien lo vieron en el autobús, cuando éste llegó a su última parada en Bennington, había desaparecido.

El 12 de octubre del año siguiente Paul Jepson, un niño de ocho años, desapareció de la vista de su madre mientras ésta realizaba tareas domésticas. La búsqueda fue exhaustiva, empleándose incluso perros para intentar seguir el rastro del niño, perdiendo el rastro en autopista cercana al bosque lo que hizo pensar que el niño fue secuestrado e introducido en algún vehículo que circulaba por aquella autopista.

La última las misteriosas desapariciones es la de una mujer llamada Frieda Langer. El 28 de Octubre de 1.950 Frieda fue de excursión con su primo y en un momento de la caminata, tropezó y cayó en un lugar que estaba anegado de agua. Frieda decidió volver al campamento para cambiarse de ropa y su primo se quedó en aquel lugar esperando que regresara. Frieda nunca llegó de vuelta al campamento. Se inició entonces un masivo operativo de búsqueda por tierra y por aire. La policía, bomberos, militares y voluntarios, participaron durante días rastreando toda la zona sin conseguir tampoco resultados aparentes. Pero siete meses más tarde el cuerpo de Frieda fue encontrado en un descampado que, curiosamente, ya había sido rastreado en los meses anteriores por la policía. Debido a las condiciones en que se encontraba el cuerpo y al tiempo transcurrido los forenses no pudieron determinar la causa de la muerte.

Si bien existen varias sobre las desapariciones del Triángulo de Bennington, ninguna de ellas logra explicar todas las desapariciones.

La primera teoría menciona la posibilidad que durante aquel periodo hubiera un asesino en serie por aquella zona. Otra sostiene que las desapariciones se debían a desgraciados accidentes de montaña. Pero como decimos son simplemente teorías, que a la hora de explicar cada una de las desapariciones quedan en evidencia.

Con el paso del tiempo las desapariciones dejaron de tener lugar, ¿pero te atreverías tú a adentrarte en el bosque?

Enlaces:
Las desapariciones del monte Glastenbury
El misterio del triángulo de Bennington
El triángulo de Bennington

 

07-De la Conducta Alimentaria

Dismorfia muscular o vigorexia. El resultado de una imágen corporal insatisfecha

La popular frase “la primera impresión es lo que cuenta”  ha sido nombrada en multitud de ocasiones a lo largo de nuestras vidas y por tanto nuestra imagen personal siempre ha sido un detalle a cuidar, aunque me atrevería a decir que en los últimos tiempos más que un detalle ha pasado a ser una marca de identidad personal, un punto muy importante a la hora de establecer relaciones con los demás y un aspecto relacionado con el éxito.

Pero  también, todos hemos observado en los últimos años,  como ligado a esta imagen corporal, han aparecido conceptos como el trastorno de «Dismorfia Muscular» o popularmente llamado «vigorexia».

¿Pero qué es y en que consiste precisamente este trastorno? Para el manual de la Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014, la Dismorfia Muscular, es una forma de trastorno dismorfico corporal caracterizado por la creencia de que la propia estructura corporal es demasiado pequeña o no es lo suficientemente musculosa. Sin embargo esta clasificación no parece estar muy acorde con los últimos hallazagos científicos que parecen relacionarla más con un trastorno alimentario o anorexia inversa, lo que pudiera dar lugar a cierta confusión.

Este trastorno ligado a los gimnasios donde se trabaja la musculatura, obsesiona y aísla a quien lo sufre, de forma parecida a como sucede en la anorexia nerviosa, aunque este logre pasar más desapercibido, pues a los ojos de familiares y de la sociedad las personas que lo sufren muestran un estilo de vida saludable que evita salten las alarmas.

Las cifras de prevalencia aunque desconocidas, parecen rondar en España la proporción de 10 a 1 entre el género masculino y femenino en los afectados.

La obsesión por lograr ese cuerpo perfecto y musculoso y la percepción de que todos los medios para lograrlo nunca son suficientes pueden hacer, que el abuso de consumo de esteroides sea una característica asociada, ya que el consumo de estos, acelera de forma significativa los resultados esperados, todo ello  a cambio de ciertos efectos secundarios tales como, un mal funcionamiento de los riñones, síntomas depresivos y psicóticos o una pérdida de la libido, aunque si bien la Dismorfia Muscular estuvo relacionada en un principio con el consumo de estas sustancias, hoy en día las pruebas parecen cuestionar esta relación esteroides/imagen corporal.

 

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En el artículo que dejamos a continuación publicado en la revista Behavioral Psychology / Psicología Conductual, Vol. 22, Nº 2, 2014, pp. 307-326, con el título «Dismorfia muscular: perspectiva histórica y actualización en su diagnóstico, evaluación y tratamiento» bajo la dirección de Emilio J Compte Ana R. Sepúlveda, se describen los antecedentes históricos y los estudios recientes que clarifican su conceptualización diagnóstica,  los distintos modelos etiológicos, se actualiza los instrumentos de evaluación y el tratamiento.

Igualmente adjuntamos otro artículo, publicado en la Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal of Eating Disorders (2013) 31-36 ISSN 2007-1523, con el título «Dismorfia Muscular y su relación con síntomas de Trastornos de la Conducta Alimentaria», bajo la dirección de Rosario Castro López, Javier Cachón Zagalaz, David Molero López- Barajas, María Luisa Zagalaz Sánchez, de la Universidad de Jaén España, donde entre otros aspectos se destaca como el perfil con Dismorfia Muscular se encuentra asociado a una gran obsesión por la delgadez, aspecto que debería ser un indicador en este colectivo para los responsables y entrenadores de gimnasios y centros deportivos de ésta índole, puesto que a pesar de sus deseos de ganar musculatura, del mismo modo rechazan la grasa en el cuerpo, administrándose suplementos proteicos con componentes quemadores de grasas (Molero, Castro & Zagalaz, 2012). Por lo que, de acuerdo con Rodríguez Molina (2007), esta dimensión se encuentra inherente al deseo de modificar su aspecto físico de manera obsesiva.

Enlaces:
Dismorfia muscular
Dismorfia Muscular y su relación con síntomas de Trastornos de la Conducta Alimentaria

 

 

 

 

General

La ciudad fantasma de San Zhi

En 1978, en el norte de Taiwan, comenzó a construirse una ciudad avanzada a su época, de líneas arquitectónicas futuristas, donde las casas se asemejarían más a  platillos volantes que a las clásicas viviendas coronadas por chimeneas.

Pero algo salió mal. Fue una sucesión de incidentes concatenados donde las muertes accidentales, las críticas por ese “extraño” proyecto arquitectónico y las advertencias de los vecinos de que ésa era tierra de demonios y no de hombres, terminaron por culminar el desastre y el consecuente abandono.

La ciudad abandonada de San Zhi se extiende a lo largo de casi 70.000 kilómetros cuadrados. Es grande, cómo grande eran los proyectos que ahí tenían previstos. Debía ser un complejo vacacional para funcionarios estadounidenses y la clase alta de Taipéi y se buscaba, ante todo, la originalidad y un estilo claramente futurista.

¿Qué ocurrió en San Zhi? Si a día de hoy se pregunta a alguno de los responsables qué ocurrió en realidad con la ciudad de San Zhi, no sabría qué decir, ya que nadie lo entiende.

Durante la construcción los accidentes empezaron a dar la voz de alarma ya que aunque las medidas de seguridad eran las adecuadas, muchas personas  perdieron la vida por accidentes fortuitos y sin explicación, tantos, que nunca se han dado las cifras exactas.

Quizá por ello las obras se alargaron más de lo debido, las denuncias, las investigaciones, los parones… Todo ello hizo que la financiación dejara de llegar, que los inversores denunciaran y que, poco a poco, se llegara a la conclusión de que la ciudad de San Zhi tal vez no era una buena idea.

Pero los vecinos de la zona, los más viejos del lugar, conocían la historia de estas tierras y los habían advertido desde un principio.

El lugar era un paraje habitado por malos espíritus, por demonios ancestrales que no deseban ser molestados. Dentro de los círculos de la parapsicología, se cuenta que cuando se inician las obras en una casa fue cuando empezaron a manifestarse los fenómenos paranormales. Se despertaron “fuerzas” extrañas, entidades dormidas que, de pronto, vieron turbado su sosiego.

Lo llamaron “el complejo vacacional abandonado de las casas OVNI” y durante muchos años fue un centro de peregrinación para todo amante de lo extraño y se llevaron a cabo más investigaciones. Se decía que allí había un cementerio de soldados holandeses y que los campos magnéticos solían presentar numerosas alteraciones.

Si la historia te resulta interesante y te gustará visitar San Zhi, lamentamos tener que decirte que llegas tarde ya que la ciudad se demolió por completo en el 2008, proyectándose la construcción de una zona de ocio con numerosos hoteles. Aunque de momento nadie se atreve a iniciar las obras…

Enlaces:

San Zhi, un pueblo fantasma
Lugares misteriosos abandonados
La ciudad fantasma y abandonada
Un pueblo fantasma de lujo

 

 

06-Trastorno bipolar

La sobrecarga en los cuidadores de pacientes con Trastorno Bipolar

Los inesperados cambios entre los episodios depresivos y maniacos que sufren las personas aquejadas por un trastorno bipolar, son rasgos que de alguna manera y hasta que no es diagnosticada la enfermedad, llaman poderosamente la atención de familiares, amigos o personas del entorno.

Una vez diagnosticado, será  la difícil tarea de cuidar a quienes padecen este trastorno, una decisión un tanto complicada en relación a la situación personal del enfermo, a la hora de establecer por ejemplo unas pautas para la administración de medicación.

Por tanto esta tarea, la de cuidador, contraerá desde el primer momento una gran  responsabilidad y a su vez unas consecuencias “un tanto perjudícales” derivadas de la a priori difícil relación cuidador/paciente.

 

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En los últimos años, son muchos los estudios que han puesto atención en la sobrecarga obtenida en los cuidadores de pacientes diagnosticados de trastorno bipolar y según parecen demostrar a raíz de los resultados obtenidos, el aumento de ansiedad en este tipo de personas parece ir relacionada con la actitud mostrada en el cuidado y convivencia con personas afectadas por este tipo de trastorno.

En el artículo que os dejamos a continuación publicado en la revista Anales de psicología, 2013, vol. 29, nº 2 (mayo), 624-632, ISSN edición impresa: 0212-9728,  con el título La sobrecarga del cuidador en el trastorno bipolar” y bajo la dirección de  Luis Gutiérrez-Rojas, José M. Martínez-Ortega, Francisco D. Rodríguez-Martín, se pretende conocer el nivel de sobrecarga, las variables clínicas asociadas a un nivel mayor o menor de sobrecarga, los estilos de afrontamiento más eficaces por parte de los cuidadores, los impactos sufridos por el cuidador, así como lo programas psicoeducativos más  eficaces a la hora de tratar a estos cuidadores.

Es de resaltar, como a pesar de estas consecuencias negativas para las personas encargadas de cuidar a un paciente afectado de TB, algunos autores han encontrado que esta tarea reporta consecuencias positivas para la vida de las personas que sustentan el rol de cuidador al generarles sentimientos de gratificación, amor, orgullo y compasión, inclusive como el 78 % de los cónyuges afirman la intención de continuar cuidando al paciente a pesar de las dificultades.

La conclusión final del estudio parece mostrar como el nivel de sobrecarga obtenido en el cuidador principal de un paciente de TB, impacta negativamente sobre su salud, su trabajo y su economía, por lo que la aplicación de diferentes estrategias centradas en la psicoeducacion de estos pueden ayudar a reducir este nivel de sobrecarga.

Igualmente os dejamos tambien con  unas guías elaboradas por distintos organismos que pueden servir de gran ayuda, así como podeis visitar la web del gobierno de Aragón donde se puede consultar una guía de buenas prácticas en el trastorno bipolar

Enlaces:
La sobrecarga del cuidador en el trastorno bipolar
Aprendiendo a vivir con trastorno bipolar